Allá por el año 2020 tuve la gracia de conocer y comenzar los ejercicios espirituales ignacianos online. Desde entonces los  repito cada año  y  renuevo mi consagración a la Virgen, en la que me enseñaron a ser esclavo de ella. Estos santos ejercicios, las charlas de los sacerdotes, la motivación,  dedicación y el empeño con que los ofrecen ,me fueron llevando y no me dejaron abandonarlos más a pesar de mis debilidades. Este año felizmente pude hacer por primera vez los ejercicios presenciales. Luego de reiterados ejercicios y siguiendo las charlas de formación del padre Gustavo que tanto nos ayudan, pude conocer esta hermosa familia  del IVE y ahora intentando navegar MAR  ADENTRO… aún me cuesta ,pero se que nunca debo dejar de mirar el faro, nuestro único fin… La formación continua que tenemos navegando Mar Adentro, enciende en mí el deseo de la santidad, el saber que puedo cambiar, revertir mis errores y recuperar el tiempo perdido estando lejos de nuestro Señor. Hoy con 50 años ya vividos puedo ver que el Señor me espera, me perdona, que también me ama , gracias por estos encuentros de formación, gracias al  padre Gustavo por el tiempo y la dedicación con la que se ofrece cada día para profundizar nuestros conocimientos,por ser nuestra brújula, marcarnos el camino a la santidad y despertar en nosotros el mayor anhelo…llegar a ver el rostro de nuestro Señor. Dios bendiga a esta hermosa familia y la Virgen de Luján nos acompañe siempre.

Mónica Vece, Tucumán, Argentina